No soy ninguna heroína
¿Sabéis lo que más miedo me da del día en que todo vuelva a una relativa calma, y recobremos nuestras rutinas? El darme cuenta que sigo siendo la misma que hace cuatro, cinco, seis o siete meses. Que no soy ni mejor ni peor que antes. Que sigo teniendo los mismos defectos, las mismas manías, los mismos miedos, las mismas inseguridades y los mismos recelos. El día en que, por fin, nos “den el alta”, y las calles se vuelvan a llenar de gente, tengo miedo de llegar a pensar que he tirado unos meses (únicos de mi vida), por la ventana, porque teniendo todo el tiempo del mundo, no he acabado de escribir la novela que tengo a medias; ni he compuesto una sinfonía; ni he pintado un cuadro;…