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Mis maravillosos vecinos

En estos tiempos que corren, en que las personas fallecen solas en sus casas, sin que nadie se percate de su ausencia; en que lo más normal es encontrarte con gente en tu escalera, y no saber si es un vecino o el estrangulador de Boston; en que, ¡oh maldición!, nos tocan arriba o abajo, esos otros vecinos que tienen como lema en su vida: “Si yo estoy levantado, que se levante todo el mundo, y si yo todavía no me he acostado, que se fastidien quienes quieran dormir”, tengo que lanzar a los cuatro vientos, la alegría y la suerte que he tenido de vivir en una casa rodeada de vecinos maravillosos.

En octubre hará cuatro años que vivo en ella. Es una casa nueva, pequeña, coquetona y con un diseño un tanto especial. Solo dos plantas, ocho vecinos y una pequeña piscina (nuestra joya  de la corona) que ha servido, a parte de para darnos unos fantásticos chapuzones, para conocernos mucho más entre nosotros. Y es que, desengañémonos, la escasez de ropa, une mucho.

Son todo chicos y chicas jóvenes, en pareja o en solitario, pero que pertenecen a esa extraña juventud, que lleva asociada una palabra difícil de combinar cada vez más: ¡Respeto!

Como podréis comprender yo soy, como algunos me han dicho en broma, la yaya escritora. 

Somos una comunidad en la que cada vecino está en su casa y vive su vida, pero que vuela en cuanto a alguien le ocurre algo. A veces, nuestro grupo de whatsApp echa humo porque, como es lógico,cuando hay que discutir, tambien se dicute.

Igual estamos para tomarnos unos mojitos nocturnos al lado de la piscina, como para levantarnos todos, un anhelado día festivo, como nos ocurrió el pasado 24 de septiembre, remangarnos, coger cubos, fregonas y guantes de plástico, y ponernos a limpiar, lo que la fosa séptica de la entrada, había tenido el capricho de sacar, como si de un geiser se tratara. Mejor no describo la escena, ni los olores ¿verdad?

¿Qué hay que estar todos alertas porque parece que algún “amigo de lo ajeno” ha querido entrar en el edificio?, pues montamos guardia. ¿Qué hay que juntarnos para hacer una cena sorpresa de despedida a unos vecinos que regresan a Alemania?, pues nos juntamos, y encima les preparamos unos vídeos para que nos sigan recordando en sus frías noches de invierno.

A mis queridos Miriam (la reina de los mojitos), Rubencillo (no es falta de respeto, es que como es un cachondo, ha insistido en que disminuyera su nombre), y la pequeña Alejandra. El jueves de la semana pasada, la pareja contribuyó a aumentar la comunidad con dos preciosos mellizos: Valeria y Ares.

A la terremoto de Saidac (25 años, ¿qué quieres?) una de las canguros oficiales de Nina, y Manel, el contrapunto que aporta la calma.

A Noe, la eterna sonrisa que, cosas de la vida, nos enteramos que mi empresa es cliente de la suya.

A Belinda y Siscu. Belinda es la veterana de la casa. Vivió una temporada como único habitante y poco a poco nos ha ido viendo aparecer a todos: uno tras otro. 

A la “señora presidenta” Magda, una mujer que con muchísimas educación, eso sí, es capaz de cantarle las cuarenta al mismísimo Rajoy que apareciera por el edificio, y la pequeña Laia (una futura bailarina que nació el mismo día que yo, con la diferencia de cincuenta años…..)

A mis dos internacionales vecinos: Yagoda (una joven polaca, con una de las voces más dulces que he escuchado en mi vida. Es como estar oyendo una película de Walt Disney) y Eduardo, su enamorado colombiano.

Y no quiero olvidar a unos amigos que se fueron de la casa: Rocío y Mario con la preciosa Lucia (el primer bebé del edificio) y, por supuesto a mis queridos Júlia y Dani. Alemania y España en perfecta unión. Todos vivimos la alegría de su boda y la pena de su marcha. Pero con todos ellos seguimos en estrecha relación.

A todos, os quiero agradecer el inmenso cariño que me demostráis día a día, vuestro calor, vuestra fuerza, vuestro ímpetu juvenil. Gracias a vosotros jamás me siento sola y tengo la tranquilidad de saber, que con solo enviar un mensaje, estaréis a mi lado.

10 comentarios en “Mis maravillosos vecinos

  • Lo de la piscina me ha llegado al alma…¡tremenda fuente de inspiración!. Y encima con mojitos nocturnos, ¡eso es vida, vaya que sí!. ¡Un beso lindísima!

  • Puedes hacer una serie, tipo "aquí no hay quien viva", pero con el título: "VIVIR AQUÍ ES UNA MARAVILLA". Yo sería una fan de la serie, puedes empezar por una novela a capítulos. Tú misma, seguro que tienes ideas y sería un éxito. La espero. Un beso.

  • Pues no es mala idea, lo que pasa es que lo que vende son las peleas, el tirarte de los pelos con la vecina de enfrente o echarle un cubo de agua a su ropa seca, ja,ja,ja ¡esas cosas!, pero…. tomo nota. Un besito, guapa

  • ¡Ya te digo! Yo todavia no me he bañado por la noche, pero sé que es una maravilla meterte en el agua fresquita, en pleno julio, con las luces iluminadas de la piscina y una buena bebida esperándote. De este año, no pasa. Un beso guapisimo

  • Anónimo

    Que bonito Alicia! La verdad es que tenemos mucha suerte del bloque donde vivimos y los vecinos que vivimos en ella. Y tu eres única!!, la verdad es que la edad de las personas no importa,sino su espiritu de juventud y tú eres de las personas más marchosas que he visto!! Y encima, con tu maravillosa voz pones hilo musical a nuestro bloque. No cambies nunca, te queremos. MIRIAM

  • ¡Uff Miriam! Eso de hilo musical…. seguro que ahora voy a tener dos competidores más. Mucha gente que ha leido el blog, me dicen que quieren venir a vivir con nosotros, ja,ja,ja. Un beso muy grande, y sabes que te llevas todo mi cariño.

  • Que suerte tienes Alicicia de tener unos vecinos jóvenes,ahorque estoy arreglando la casa de mis padres para irme a vivir allí, cada vez me cuesta mas, ya que lo mío es todo lo contrario a ti, la mediana de edad va en torno a los 75 años, que son propietarios, y luego si que hay tres parejas mas jóvenes. Eso si, no tenemos piscina, que por cierto es muy bonita y de noche más.
    Disfruta de los vecinos, porque ellos también disfrutan de vosotras. Un besazo

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