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¿Me compro un hijo?

Tener un hijo es, posiblemente,  una de las cosas más maravillosas que le puede pasar a cualquier ser vivo.

Hay personas con auténtica vocación de madres/padres a las que les supone una verdadera tragedia no ver realizada su ilusión de tener uno. Hay verdaderos traumas que pueden llegar a significar la infelicidad, para el resto de sus vidas, para quienes intentan por todos los métodos existentes concebir una criatura y no lo consiguen.


Me parece extraordinaria la generosidad de quienes salvan de una dramática situación a un ser indefenso, llevándoselo con ellos para darles la vida que merece. Nunca me ha gustado la palabra adopción: Ser un niño adoptado….. ¿Sería más lógico ser un niño “rescatado”?

Existe miles de parejas, o de personas solas, que emprenden la extraordinaria aventura de compartir su vida con un pequeño del que, la mayoría de las veces, nos saben más que el nombre que le han puesto en el orfanato.

 Y también, desgraciadamente, hay miles que se quedan por el camino, que se cansan de esperar o que ven, ante sí, una terrible montaña burocrática imposible de escalar y deciden, con todo el dolor de su corazón, quedarse abajo con una eterna sensación de frustración.

Pero ahora se está poniendo de moda algo que me produce un cierto desasosiego. Cada dos por tres nos estamos enterando por los medios de comunicación que un famoso/famosete  homosexual va a ser papá a través de lo que se llama: gestación o maternidad subrogada  (no sé si hay alguna diferencia con “vientre de alquiler)

Toda persona es libre de buscar el amor donde mejor le parezca, esté o no dentro de los cánones establecidos como “normales” por la sociedad, y me parece fantástico que dos hombres o dos mujeres se quieran. Eso sí, no soporto a los exhibicionistas “de la pluma y la risa escandalosa” que lo único que hacen en perjudicar la imagen de los miles que luchan día a día para erradicar la discriminación.

 Quienes sientan esa llamada a la maternidad/paternidad tienen todo el derecho a intentar conseguirla, pero me duele la frivolidad con la que últimamente se está tratando. Famosos que, más tarde o más temprano,  acabarán “negociando” con este niño o niños y que saldrán en portadas de revistas o, como mínimo, en programas de televisión hablando de su increíble experiencia.

 Hace uso meses entrevistaron a bombo y platillo a uno de estos personajes y hubo algo que me “chirrió”. Se marchaba entonces a EEUU durante uno o dos meses para ver nacer a su hijo y para estar el tiempo establecido por la ley americana antes de traérselo para España. En un momento de la entrevista le hicieron hincapié en el elevadísimo coste que le estaba suponiendo y le supondría tener un hijo por este método y él, como justificándose contestó: “Bueno al fin y al cabo yo no tengo coche… “

¿Todos valemos para ser padres?

El viernes llegué por la mañana al trabajo con el cuerpo revuelto. Presencié algo que me produjo una indignación y una pena espantosa.

Sentada en un vagón de los ferrocarriles había  una señora rubia (muy blanca de piel) súper arreglada de unos cuarenta años. Estaba sentada dos asientos delante del mío en unos que hay perpendiculares  y yo veía su cara a través del cristal. Una cara crispada y que emanaba más maldad que la madrastra de Blancanieves. No hacía más que reñir, gritar y medio vapulear a un pequeñín del que solo escuchaba la vocecita: debía tener unos cinco años. El pequeño le preguntaba cosas y ella le contestaba con una frialdad y un desprecio que me impresionaron tanto que dejé de leer para fijarme en esta desagradable situación.

El niño era niño y posiblemente sería travieso o movido  (yo no lo veía).  La señora rubia súper arreglada le amenazaba continuamente con marcharse y dejarlo solo en el vagón. La criatura le seguía preguntando (y posiblemente molestando).

“Te estás aprovechando porque estamos en el tren ¿eh?” le dijo mirándolo con un odio imposible de describir y masticando las palabras de rabia: Y yo pensé….¿Si así lo trata en un lugar público, cómo será en la intimidad de su casa?

En un momento determinado el pequeño se puso de rodillas en el asiento, se volvió hacia donde estaba yo y le vi la carita. En mi vida he visto una criatura más preciosa. Era un niño negrito, casi de color azabache, con el pelo rizado, los mofletes redonditos y unos ojos maravillosos que me miraron sonrientes. Automáticamente la señora lo estiró del bracito y lo sentó de golpe en el asiento con la lógica queja del niño. “Que te estés quieto te he dicho…” le repitió achicando los ojos.

Al cabo de un minuto el niño volvió a ponerse de rodillas en el asiento e intentó pegar su carita a la suya mientras le decía: “Mamá te quiero mucho” cosa que la “madre” rechazó  separándose. El pequeñín insistió y con la manita (que parecía de chocolate) la acarició y le dio un beso. La maravillosa “madre” respondió a esta caricia pasándose su mano por la cara para quitarse el beso …

A mí se me saltaron las lágrimas y pensé: «Este niño crecerá con una falta absoluta de autoestima y se pasará toda su vida buscando el cariño y la aprobación a todo lo que haga»

Me importa una pito que esta “madre” tuviera un mal día; que se encontrara desbordada con una criatura que al fin y al cabo no había parido; que tuviera un millón de problemas esperándola en el trabajo; que le dolieran terriblemente todas las muelas del juicio o que llevara dos meses sin follar…..¿Alguien le hizo un test de personalidad a esta señora antes de darle al niño negrito azabache?

Ojalá no se quede ningún padre/madre sin entregar todo el cariño que llevan dentro a quienes tanto lo necesitan. Y ojalá no haya ningún niño en el mundo a quienes le rechacen un beso.

A veces con menos dinero se da más felicidad.

6 comentarios en “¿Me compro un hijo?

  • Ciertamente ser madre es maravilloso, pero esa maravilla va envuelta de mucho amor, sacrificio y gran paciencia, entre otras muchas cosas más. La recompensa es enorme y todo sacrificio desaparece cuando vas viendo crecer a tu hijo.
    Desgraciadamente hay casos en que esta envoltura se ha rasgado y se han perdido algunas de ellas. Estas personas que desean un hijo y lo "rescatan" debería hacer una reflexión para saber realmente lo que conlleva ese "rescate". Una criatura no es un capricho de unos meses, si no , una entrega para toda la vida.
    Bonito escrito Alicia, un beso y buen finde.

  • Que pena me da l'èter esto, lo has detallada tan bien que he podido imaginarlo. Por desgracia hay gente tan amargada e infeliz que no pueden ver con los ojos del corazón. Ser madre es algo que, por desgracia, no todas las mujeres llega a ser, las razones miles, no entraré en detalla. Por lo que cuentas yo tambien pensaria que es "rescatado", en realidad me da igual, el echo es el comportamineto de esa madre. Escenes así, nos dan una idea de porqué hay niños que en las aules se comportan como auténticos demonios, puede que, a su manera, se sientan más fuertes si atacan primero y marcan territorio. La verdad este tema tiene mucha miga y es muy complejo. Siempre he pensado que los niñ@s son angelets no demonios, claro está que Eso dependerá de si viven en el cielo o en el infierno. Ser madre es ser amor puro y puro amor, lo demás es un accidente. Al guien me comentó una vez que quien quisiera ser madre tendría que pasar un test psicológico, quizás no iba muy desencaminad@. Alícia animate que segura que ganan las buenas.

  • Magnífica prosa, amiga Alicia!!!.

    Me quedo con tu última frase: "A veces con menos dinero se da más felicidad". De hecho cuanto más dinero más fácil es que hayan discusiones (herencias, hijos que lo tienen todo y no valoran nada,…). Un beso!!!

  • Que fácil es decir me compro un hijo, como quien dice un coche, la maternidad no sólo parir, es un sentimiento que lo tienes y lo vas desarrollando con la relación que vas adquiriendo con tu bebe y que no hace falta que sea fruto de tu barriga, es desear compartir tu vida y la vivencia a través de los años con esta personita, que te gratificará, te hará sufrir y te llenará de preocupaciones, pero siempre la querrás.

    Esta persona del tren, Alicia, seguramente no se da ni cuenta que no es importante las prisas, ni el trabajo, sino intentar ayudar a crecer a ese niño que ahora le necesita. Espero que un día reflexione y se de cuenta la gran responsabilidad que adquirió con esa criatura.

    Un beso grande Alicia.

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