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El Día de la madre: un día con más penas que glorias

No me gustan los días comerciales, los días que me dicen a quien debo o no debo felicitar, de quien me debo o no me debo acordar, a quien tengo o no tengo que regalar.

Días sacados de la manga por unos grandes almacenes con el único objetivo de su lucro personal: el día del padre, el día de la madre, San Valentín……

Si nos ceñimos a la “festividad” de mañana, ¿hace falta un dia de la madre? Todos los días del año lo son, o deberían serlo. 

Cuando todavía las tenemos a nuestro lado, hay veces que priorizamos otras cosas y si todo está bien, todo está en orden, y la madre no requiere demasiado nuestra atención, podemos hasta “pasar” de ella. Os aseguro que cuando ya no están, no hay día que su recuerdo no te acompañe.

Pero hay algo en esta clase de días que  me produce una gran angustia. Me imagino que es por esta especie de empatía que me hace a veces estar en el corazón de personas que ni conozco ni veré nunca. 

Cuando escucho estos “machaques” por las televisiones con anuncios y más anuncios recordándote que se acerca ya el primer domingo de mayo (en mi época infantil, era el 8 de diciembre), no puedo dejar de pensar en todas esas mujeres a las que este recordatorio les produce una infinita tristeza. 

Madres que esperaban ilusionadas la llegada de su hijo, al que han perdido antes de poder darle el primer abrazo, mujeres obsesionadas, y nunca resignadas, a las que la naturaleza les niega el maravilloso don de la maternidad; madres que han tenido que sufrir la ley mas antinatural del mundo: que un hijo se vaya antes que ellas.

¿Es necesario pasar por este día, en que te van a recordar a todas horas que tú no tienes un hijo que te regale esa colonia?

¿Es necesario pasar por este dia, en el que te van a recordar que no tienes ya una madre a quien regalar esa colonia?

El primero sinceramente a mi no me afecta, porque nunca me he creído diferente a otras mujeres por no haber sido madre. No he llegado a sentir (bueno…. solo una vez, pero se me pasó enseguida) ese famoso reloj biológico y jamás me he sentido mal cuando he tenido que contestar, por millonésima vez a lo largo de toda mi vida, a la pregunta: ¿y tú no tienes hijos? ¡Pues no!

Pero el segundo caso…. Aquí reconozco, que una de las cosas que más añoro, o echo en falta o me duelen de no tener ya a mi madre conmigo, es el haber perdido la ilusión de cuando iba a buscar regalos o detalles que a ella le pudieran gustar. No hacía falta ninguna fecha especial, era ir por la calle, ver una tiendecita (las pequeñas me encantaban) y ver algo…diferente, original, aunque luego no sirviera para nada, y comprarlo pensando en la cara de alegría que pondría cuando se lo diera.

Y esto hija, ¿por qué?, me decía siempre.

Porque sí. ¿No te gusta?, preguntaba tontamente porque, aunque hubiera sido la cosa más espantosa del mundo, ella tardaría un segundo en colocarla en el mejor sitio del armario del comedor, o se lo pondría enseguida en la muñeca o en el dedo y diría teatralmente: ¡Eh!, que elegante voy ¿eh? ¡Qué poderío!…..

Esa sonrisa….., esa ilusión ante algo inesperado…..

Pero bueno, de todo corazón, a todas mis «queridas mamás» os deseo que tengáis mañana un día maravilloso. 

Y como todos somos hijos, a los que tengáis vuestra mami cerca, dadle un beso de los sonoros, de esos que la dejen un rato sorda, y a los que la tengáis lejos, o a los que las sintáis que están muy cerca, un beso tranquilo y relajado.

No me olvido, por supuesto, de las madres de “niños de cuatro patas” Si ser madre es adorar a tu niño, encontrarlo el más guapo del mundo, quererlo hasta casi dolerte de tanto cariño, protegerlo para que nada ni nadie le haga daño y darle lo mejor de ti para hacerlo feliz… me acabo de dar cuenta que sí que soy madre.

En esta publicación no hay fotos ni dibujos porque cada uno de vosotros, pondréis la  que más os guste.

2 comentarios en “El Día de la madre: un día con más penas que glorias

  • Alicia, a mi me pasa al revés, no puedo opinar sobre ser hija, pero sobre ser madre, creo que sí, es una nueva forma de vida, que tienes que ir aprendiendo y cada detalle deja marca en el corazón.

    Yo como tú las fechas comerciales, no me gustan, para mi los pequeños detalles de la vida y de las personas que quieres es lo que cuenta. Un beso.

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