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Cuelga tú… No tú… No tú… Venga los dos a la vez: a la de una, a la de dos, a la de……¡Feliz primavera!

Pues…¡ya está aquí la primavera! Eterna inspiración de poetas y pintores, en donde los colores de la naturaleza se disparan, el sol ilumina con todo su esplendor y los animales abandonan su hibernación mientras van abriendo lentamente los ojos, expectantes de saber cómo seguirá el mundo después de tantos meses. Esa romántica estación donde las flores se visten con sus mejores galas tras sumergirse en un perfumado baño y la mayoría de las especies comienzan sus rituales de aparejamiento. Esa apasionante estación donde el amor estalla por los rincones y los humanos pierden su voluntad, víctimas de sus revolucionadas hormonas.

        ¿Sí? ¿De verdad? ¿Todo eso es la primavera……?

        ¡Ay amigos, hasta en eso se cambia con la edad!

        El año pasado, por estas fechas, hice una publicación que os gustó mucho y que se titulaba “Día de palomitas y Pretty Woman” y en la que, una vez más, desnudaba mi alma para haceros participe de mi “bajón primaveral”

        Esta madrugada sucederá una de las cosas que más desbarajusta mis células y que más despista a mi (ya de por sí despistado) cerebro. Esta noche amigos: a las dos……¡serán las tres! ¡Ole tú!

        Hay millones de teorías, la gran mayoría en contra, sobre este cambio de horario (no nos olvidemos que el “tocar” en España las manecillas del reloj lo estableció Franco para lamerle el culo a Hitler).

        Yo solo sé que estaré una semana hecha polvo y que por la mañana tendré que dar la luz en mi casa porque no veré ni donde está la nevera. Pero anochecerá mas tarde. ¿Y? Si esperamos unos cuantos días y dejamos que la naturaleza siga su curso, también veremos como el día se alarga, y de esa manera habremos ahorrado un gran trastorno a unos colectivos que no acaban de entender por qué tienen que comer tan pronto y por qué se tienen que ir a la cama cuando todavía no tienen sueño: los niños, las personas mayores y los animales (de todas las clases y tamaños).

        Pero bueno felices enamorados….¡Ah la primavera! Época maravillosa de alergias y astenias; de ojos rojos y narices peladas (de tanto kleenex); de dudas existenciales delante del armario cada mañana para decidir qué ropa ponerse para no morir achicharrados en pleno mediodía con lo que nos hemos puesto al salir de casa por la mañana.

        Ya se sabe, sobretodo los dos primeros meses para poder llevar una existencia más o menos tranquila, hay que hacerse socio del club de las amarilidáceas…. Ja,ja,ja, ahí os he pillado ¿eh? He querido poner el nombre científico del club para que tuviera más impacto, pero coloquialmente se le conoce como: El club de las cebollas.

        Y es que si hay una frase que se repite (mejor dicho, repetimos)  hasta la saciedad en esta fantástica época del año es: “Hay que hacer como con las cebollas, ir quitándote capas”. Y efectivamente, nos pasamos el día en un constante striptease urbano: me quito el abrigo; me quito el jersey; me quito la blusa; me quito la camiseta, me quito…….¡vale, vale…..ya está!

Pero no quiero que os hagáis una idea equivocada de mí y penséis que no soy romántica o que soy demasiado realista. A mí me vuelve loca la naturaleza y me sigue sorprendiendo la belleza de una flor, o enamorando el canto de ese pájaro madrugador que llama a su compañera en la copa de un árbol. 

Me gusta la luz, me emociona un bolero….. Bueno, la verdad es que me emocionan demasiadas cosas. No sé si será por las alergias o porque tengo la sensibilidad a flor de piel pero simplemente el elegante vuelo de una mariposa hace que se me inunden los ojos de lágrimas.

En fin amigos que ¡Viva la Primavera! Enamoraros, haced locuras y vivid a tope. ¡Ah! y un consejo… no os olvides del paquete de pañuelos (por si acaso).

5 comentarios en “Cuelga tú… No tú… No tú… Venga los dos a la vez: a la de una, a la de dos, a la de……¡Feliz primavera!

  • Hoy por fin te has puesto el vestido de primavera, luce con colores intensos tu corazón, para que la luz entre y salga de ti.

    Sigue viviendo la vida intensamente y olvídate de si hay una hora más o menos, el tiempo no tiene sentido sino se vive el ahora.

    Un beso amiga.

  • La primavera, época preciosa, como bien dices, llena de luz y color. No sé porque pero me entran una ganas de vivir y de sentir, será el calor del sol mediterraneo? Este bolero me encanta. Yo, particularmente, tampoco entiendo muy bien el cambio horario, si esperando un poco lo tenemos igual, sin necesidad de que la gente más sensible lo note. En fin la culpa ya sebemos de quien és.

  • Primavera, bonita estación, parece que te ayude y de fuerzas para remontar ese invierno ya pasado. Gracias Alicia por tu escrito, no te canses nunca de deleitarnos, yo en la medida que pueda los iré siguiendo. boleros son preciosos y le dan, sin cabe, más alegría a esta primavera recien extrenada.
    A propósito, ¿me puedo apuntar a ese brindis primaveral? Un besazo 🙂

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