¿Hasta dónde es capaz de llegar la maldad humana? ¿Hasta dónde la ignorancia? ¿Hasta dónde somos capaces de dejarnos manipular?
Estoy escribiendo esta publicación sin haber abierto mi Facebook y mi Twitter. Espero, y deseo de todo corazón, que ninguna persona de las que tengo como amistades o contactos, haya escrito, o haya compartido, ningún comentario en torno a la muerte del aviador Borja Aybar, más allá de para manifestar la pena o, como mínimo, el respeto.
Creo que estoy rodeada, o me he dejado rodear por gente buena, por eso, estoy convencida que la denuncia que quiero plasmar en este blog (que arde de indignación), no va para nadie conocido.
A mí, las celebraciones del 12 de octubre me avergüenzan. Jamás entenderé que exista una fecha para conmemorar una de las mayores masacres de la humanidad.
Como tampoco entenderé ese despliegue militar que tanto recuerda a otros temidos tiempos.
¿Para cuándo un desfile de médicos, o de panaderos, o de amas de casa?
No comprendo ese alarde de fuerzas armadas, aéreas y de tierra; de esos cientos de hombres y mujeres uniformados desfilando a paso ligero, o ligerísimo, según la Compañía, por las pacíficas calles de la ciudad anfitriona.
Ya sabemos que están. Ya sabemos que nos protegerán. ¡Ya está! Muchas gracias.
Intencionadamente obvio la familia real…. y el séquito político que la rodea.
No soy de darme golpes patrios en el pecho, ni duermo abrazada a una bandera (de ninguna clase), sin embargo, que existan personas cuya vida basura, les haya empujado a burlarse, ridiculizar y ensañarse con la vida de un hombre de 34 años que, posiblemente, haya muerto para evitar la muerte de otras personas, me revuelve las entrañas.
Puedes creer o no; puedes estar a favor del ejército o no; puedes comulgar con una ideología o con otra. Todo es lícito porque para eso somos libres, pero ¿quién te crees que eres para mofarte de una tragedia?
¡Cuánto daño están haciendo las redes sociales!
Cuánta gente anodina, gris y frustrada se sienten “alguien” consiguiendo unos cuantos “me gusta” ¡Que grande soy!
Borja Aybar, no sé quien eras, aunque leo que tu expediente era intachable. Ojalá, allá donde estés, te permitan enviar un poco de consuelo a quienes se han quedado sumidos en la más absoluta desolación.
Perdónanos a todos. A quienes, por el simple hecho de ver sus vomitivas palabras escritas en algún sitio que no sea en un rollo de papel de wáter, se creen importantes, y a los que, en algún momento, hemos contribuido a que se lo creyeran.
Espero que tu pequeño bebé crezca lejos de esta mediocridad, y estoy segura que llevará toda su vida, el orgullo de haber tenido un padre que pensó en los demás antes que en el mismo.
Descansa en paz.
Comparto plenamente tu escrito, lleno de sentimiento, lleno de humanidad y sobre todo sinceridad. Me indignó profundamente el saber que en momentos tan tristes hay gente que dice auténticas barbaridades. Hasta el otro día no sabía quien era este hombre pero presumo que era una persona con sus ideas, sus creencias y aficiones, patriota o no, justo o injusto, pero una persona con una vida, como todos. El hecho de pertenecer a un determinado colectivo, te hace afín a el, imagino, pero en ningún caso igual, por lo que todos los seres humanos, se merecen el respeto y nunca, por muy malos que nos parezca la muerte.
Mi mayor respeto a la humanidad. Más música y más naturaleza.
"Las gentes" somos un conjunto de personas cada una diferente y singular, sea cual sea el lugar de donde proceden, la bandera que abracen o el color de su piel. Hay unas palabras maravillosas que se llama HUMANIDAD y EMPATÍA, lo que no queramos para nosotros no lo deseemos al prójimo.
Menos mal que la mayoría no somos así, y de esta forma intentamos poner "el seny" y decimos basta, las redes sociales, como bien dices hacen muchas veces un daño inmenso, por eso desde estos medios también es bueno luchar por el sentido común.
Descanse en paz Borja, y un beso muy grande Alicia, siempre llena de humanidad e imponiendo tus sentimientos que impulsa tu corazón.
Querida amiga, ahí está todo resumido solo en esa palabra. Espero que pronto se acabe esta temporada en la que están consiguiendo manejarnos como marionetas. Un beso.
Ojalá consigamos erradicar toda la mala hierba de las redes y ojalá nadie se haga eco de los comentarios que sólo están escritos para verse publicados. Un beso Yoli.