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Añorante de no añorar

¿Cuándo fue la última vez que estuve enamorada? ¿Cuándo di o me dieron el último beso? ¿A quién?

El otro día me llamó la hija adolescente de una amiga mía. Esas hijas que tienen casi más confianza conmigo que sus madres y que las he ido adoptando a lo largo de la vida.

Estaba nerviosa, excitada, exultante, pletórica, tenía que contarme urgentemente, que el chico que tanto le gustaba desde hacía mucho tiempo, el hombre de su vida (afirmó categórica) le había dicho que también a él le gustaba ella.

Fue casi una hora de un apasionado monólogo, en donde solo pude ir balbuceando algún monosílabo, alguna admiración y más de una carcajada.

A medida que la escuchaba iba recordando, con cierta nostalgia, las veces que yo había sentido esas mismas montañas rusas de emociones y de vértigos.

A lo largo de esa hora, me fueron apareciendo amores y desamores, alegrías y penas, felicidad y sufrimiento, en definitiva… ¡el amor!

Me acordé de momentos maravillosos, ¡mágicos!, donde no me hubiera importado que la vida se hubiera acabado ahí mismo. El punto final fundidos en un abrazo.

Volví a revivir escenas de auténtica locura: nada ni nadie importaba. El mundo desaparecía.

Explosiones de pasión y deseo, de gozos y sombras, de éxtasis y miedos.

Cuando me aseguraba que si la dejaba de querer algún día, ella se moriría, rememoré las veces que yo “me morí” de amor. Esa nube negra que cubre todos tus cielos, ese pensar que tu corazón no va a aguantar tanto dolor, ese pedir que no haya un mañana porque no vas a poder resistirlo si no está a tu lado.

Ese no escuchar a nadie cuando te dicen, una y otra vez,  las mismas frases, con un convencimiento que no hace más que aumentar tu desesperación.  ¿Qué sabrán ellos?,  ¿no ven que me muero?

-Venga hija, tranquila que ya vendrá otro
-Ahora tienes que salir y conocer más chicos
-Ya te dije que no era de fiar, no me gustaba para ti
-Ya verás como de aquí nada ni te acuerdas de el
-Un clavo quita a otro clavo…..

Y es que el amor es: arriba y abajo, darte la vida y quitártela, ir riendo por la calle, como una lela, al recordar una frase o una caricia, o ir llorando y gritando en medio de una ciudad, que para ti se ha quedado vacía, por un olvido o una indiferencia de ese ser al que tanto querías.

Al final de todo, ya casi cuando nos despediamos, se excusó de que solo hubiera hablado ella, me preguntó qué tal estaba yo y al decirle que muy bien (la verdad), y feliz de verla tan enamorada, me dijo: 

-Tú también estás enamorada ¿verdad Ali?

Tardé unos segundos en contestarle haciendo un rápido y exhaustivo repaso de mis sentimientos y le respondí muy sinceramente.

-No cariño, hace tiempo que no
-Entonces… (no la vi, pero estoy segura que en aquel momento tenía sus preciosos ojos color miel completamente abiertos de asombro), ¿cómo puedes decir que estás bien?

Me reí, y no se me ocurrió ningún argumento, lo suficientemente consistente, para convencer a una adolescente con todas las hormonas en plena efervescencia, así que simplemente le  respondí.

-Porque lo estoy.

Será la edad, será lo mucho ya vivido, será que hay muchísimas otras cosas que me llenan, será que la amistad de mi gente no la cambio por ninguna relación que me complique la vida, será, será, será…

No añoro estar enamorada, pero a veces…  si añoro, añorar que lo estuve.

6 comentarios en “Añorante de no añorar

  • Totalmente de acuerdo, pero eso lo sabes después, e incluso con el tiempo, hasta te ries de aquel "sufrimiento", pero en el momento que te pasa, lo único que sientes es que eres incapaz de seguir adelante. Un beso al eterno enamorado.

  • ¡Hay tantas cosas en la vida de que enamorarse!. Cada uno define la palabra amor y lo mágico es ver como algunos/muchos de estos sueños se cumplen…la luna rielando en el mar en un atardecer junto a la playa con una dorada al horno y un verdejo, bailar desenfrenadamente y dejarte ir al escuchar tu canción, estas lágrimas que se escapan con el Te Deum, pasear junto al Sena por Notre Dame, … El amor, para mí, es un castillo de fuegos artificiales efímero e intenso, que te hacen vivir el hoy. Recordando a mi adorado Charles Chaplin: "Aprende como si fueras a vivir toda la vida y vive como si fueras a morir mañana"

  • Mi querido Francesc, reconoce que todas esas maravillosas escenas que has relatado, son mucho más maravillosas cogido de la mano de la persona que quieres. Me hace mucha gracia porque tanto tú como José Luis, que también ha comentado la publicación, sois dos ejemplos de lo que es el amor y el ser correspondidos. Ya se que a veces la vida no lo pone facil, pero vosotros habeis sabido luchar por lo que queriais. ¡Os envidio! (sanamente, ¿eh?)

  • Que guapa está mi Alicia, se nota su amor a la vida, ya desde jovencita, transmite una serenidad, que dan ganas de contarle tus cosas, no me extraña que la chica le contará eso y más.

    Todo el mundo tendría que tener una ALICIA en su vida.

    Ya estas tardando en escribir tu próximo libro….

  • Ja,ja,ja, una vez más, querida compañera de fatigas, te digo que me ves con demasiados buenos ojos. Sabes que encuentro a faltar tus comentarios. ¡Me has acostumbrado mal! Un beso.

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